Cada generación tiene un algo que lo identifica: para nuestros abuelos era formar una familia, para nuestros padres era una estabilidad laboral, permanecer en una empresa que les permitiera una pensión digna. Después venimos los millennials. Tan estigmatizados como aplaudidos, muchas cosas nos ponen en la mira: que si no queremos hijos, que si vivimos en unión libre, que sí mejor viajamos en lugar de comprar casas y autos.
Por eso y porque queremos que saques el nómada que hay en ti, ésta vez visitamos Yucatán, sigue leyendo pues puede convertirse en tu próximo destino:
¿A dónde le caigo?
Sea que te muevas por aire o por tierra cual avatar, lo primero es tener un lugar a dónde llegar. En la llamada “Ciudad blanca” (Mérida) encontrarás hoteles de cadena, pero también muchos hostales, pues es destino de turistas nacionales e internacionales (y a diferencia de su vecino Quintana Roo, aquí muchos lugares aplican el precio para nacional y para extranjeros).
Un hostal que seguro te encantará por su ubicación es el “Catedral” ubicado a un costado… de la catedral, aquí el precio ronda los $170 pesos por noche y tiene desayunos incluidos. Las áreas comunes son muy limpias y el personal muy amable. Recuerda que como todo, dependiendo tus fechas de visitas los precios incrementan. Puedes checar también el “Nómadas” qué aunque más retirado, cuenta con buenas valoraciones por los usuarios.
¿Pa´ dónde jalo?
Algo que encanta de Mérida es que independientemente de tus planes, todas las noches de la semana tienen actividades culturales en las diferentes plazas del municipio: los miércoles son los recorridos de leyendas, los jueves son de trova, los domingos puedes ver la representación del juego de pelota ¿Quieres saber más? ¡Lánzate!
Hay lugares que no te puedes perder cerca de Mérida: Puerto Progreso si quieres comer mariscos a la orilla del mar verde esmeralda típico de Yucatán; Izamal “La Ciudad Amarilla” por el color de sus casas y su imponente Convento de San Antonio de Padúa, ahí mismo puedes comprar artesanías de henequén y probar los tacos de venado en su mercadito, puedes comer muy bien por $60.00 sólo ten cuidado con la salsa “no me olvides”.
También visita Valladolid, ciudad destinada a ser la capital, pero que se vio superada por Mérida sin restarle su belleza e importancia. Las marquesitas son un must aquí ¡Disfrútalas!
“Los corchitos” es una reserva cercana a Mérida, son ojos de agua dulce rodeados de manglar, lo que te permite convivir muy de cerca con la fauna del lugar. Cerca de ahí están “Las Charcas”, que son depósitos salinos muy similares a las
Coloradas, pero más pequeñas y son administradas por locales, lo que te permite meterte y extraer un poco de sal con el método tradicional. Si corres con suerte puedes ver cientos de flamingos en la laguna que se encuentra frente a estas charcas.
Más que evidente es visitar Chichen Itza, pero en el camino te encuentras con lugares interesantes y muchos cenotes en los que puedes nadar.
En Mérida como tal, no dejes de caminar el Paseo Montejo, es una oda a la arquitectura en diferentes estilos, y en las noches rebosa de gente y comida lo que lo hace un lugar genial para disfrutar. Son 5 km, lleva calzado cómodo.
Mucho por visitar, mucho por ver pero, ¿cómo me traslado?
El transporte público en Mérida no es exactamente el más frecuente de la vida, hay muchas líneas pero los tiempos de traslados pueden alargarse un poco, si no tienes prisa es tu ideal.
De lo contrario, mejor renta un carro, éste servicio se ofrece fuera del aeropuerto o en el centro. También puedes preguntar en tu hotel u hostal por recorridos, muchos tienen convenios con las agencias de viajes, lo que permite que pasen por ti a dónde te hospedes, te den un tour con guías y te regresen al sitio en dónde te recogieron.
Llegué full de mi recorrido, quiero comer en Mérida ¿A dónde voy?
Mérida no es precisamente el centro de la vida nocturna y no por aburridos, sino porque la gente es muy respetuosa de los horarios de venta de alcohol, lo que ha sido un factor para que sea considerada como la ciudad más segura de México, destino ideal si eres mujer y viajas sola.
Pero no dejes de probar una cena en el Chaya Maya, lugar típico que aunque es un poco elevado en costos es el pequeño lujo que te puedes dar por #SíMerecesAbundancia.
Fuera de ahí en el mercado de artesanías y el Paseo Montejo hay lugares para probar el queso relleno, los papatzules, la chochinita pibil y cuanto platillo típico se te ocurra.
¿Con cuanto la hago?
Sin contar los pasajes de avión o bus, con tres mil pesos puedes pasarla muy bien por cuatro días, recuerda que ésto depende del plan en que quieras ir: mochilero o turista pudiente.
No alcanzaríamos a poner toda la belleza de Yucatán en unos párrafos, pero es un estado que te ofrece un contacto con la naturaleza muy especial, su gente es amable y cuidan mucho su patrimonio. Un ejemplo para el resto del país.
No te quedes quieto, vagabundea por tu país y sin duda te vas a enamorar.
Redacción de Carolina Urquiza
¡Experimenta y camina entre Pasadizos!
