Revive el hombre peludo y la mujer desnuda
Treinta años han pasado desde la aparición de Come On Pilgrim y Surfer Rosa, los primeros discos de Pixies, la banda ¿de culto? de Boston, Estados Unidos. Tres décadas de “Vamos”, “Gigantic”, “Isla Me Encanta”…
¿Cómo le sienta la adultez a la banda que influenció a Weezer, Nirvana e, incluso, Arcade Fire? ¿Siguen teniendo vitalidad o se quedaron en los libros de historia? Al verlos en el Teatro Metropólitan de Ciudad de México, en la última fecha que tuvieron en nuestro país, luego de abarrotar el Zócalo en el marco de la Semana de las Juventudes, no queda más que quitarse el sombrero.
¡Portentosos!
Antes de que salieran al escenario, se proyectó un documental donde Simon Larbalestier, el fotógrafo que realizó las portadas de los primeros dos discos de la banda, cuenta los detalles del arte gráfico de estas obras. Reveló que el hombre peludo de Come On Pilgrim tiene reminiscencias de David Lynch y su película Eraserhead (y podría agregar que también tiene de El hombre elefante); mientras que la mujer semidesnuda de Surfer Rosa fue petición de Black Francis.
El frontman de la banda quería mostrar la influencia española que hay en el disco. Una gitana al lado de un crucifijo, un pescado, una guitarra de doce cuerdas, entre otros elementos, fue la mezcla ideal para transmitir lo que contiene la obra. Al irse a negros el documental, una pequeña luz dejó ver las siluetas de Francis, Santiago, Lovering y Paz. El brutal noise, el surf, así como el rockabilly se hicieron presentes desde los primeros acordes de “Caribou”.
Los visuales viscerales y, en ocasiones, surrealistas y estridentes, sirvieron de telón de fondo para escuchar cada una de las canciones de estos dos discos. Con una presentación de apenas una hora y media lograron, como los punks del siglo XX, tocar ¡casi treinta canciones!
Al terminar con “Tame” (el único tema que interpretaron de Doolittle), sólo mencionaron “gracias” y salieron del escenario. En ningún otro momento se dirigieron al público. Con asombro, los asistentes esperaron, anhelaban que el show se alargara. No había más que agregar, Pixies logró un show redondo.
Ahora sólo falta un par de años para el aniversario treinta de Doolittle, quizá su mejor producción.
¿Lo escucharemos completo en su próxima visita a México?
Por Carlos Escutia
