El nombre de Brian May está asociado de por vida a Queen, desde sus inicios se involucró en la composición de las canciones, en los arreglos y producción de las mismas, siendo su mayor referencia Jimi Hendrix. si embargo, más allá de sus habilidades como artista, es un ser humano que ha sabido conjugar su pasión por la música, la labor de activista en la defensa de los derechos humanos de los animales y la astronomía, fungiendo hasta la actualidad su profesión como Doctor en astrofísica.
A pesar de que los mayores éxitos de la banda británica fueron escritos por Freddie Mercury, Brian también tuvo gran repercusión para darle a la banda el sonido distintivo con la Red special, guitarra que junto a su padre construyó con madera de una antigua chimenea, el truco estaba que, en lugar de utilizar una plumilla usaba una moneda. En la memoria rockera colectiva de muchos, vienen rolas como We will rock you, radio gaga o bohemian rhapsody, pero el crédito a Brian May resurgió al hacer sonar su instrumento en las presentaciones de Queen, que parecía recobrar vida y expresar un hilo de emociones.
A sus 72 años Brian May sigue vigente al servir en investigaciones astronómicas y realizando giras internacionales con Roger Taylor y Adam Lambert, es por ello, que te dejamos cinco de sus mejores solos de guitarra que merecen ser re descubiertos y ser disfrutados al paladar auditivo.
Keep yourself alive es la canción que da inicio a la primera producción de estudio de Queen, al grabarla no se utilizaron sintetizadores, resaltando la dificultad en las ejecuciones de Brian May.
Bijou, el instrumento en su estado puro, esta canción fue parte del álbum Innuendo que cargó con un significado de dolor y sufrimiento ya que fue la última producción que grabó en vida Freddie Mercury y Brian May se involucró en terminar las canciones que quedaron inconclusas.
Brian ha sido gran seguidor de heavy metal, por eso al ser invitado por Black Sabbath para colaborar en su álbum de Headless Cross en 1989, no lo dudó y participa en When death call.
En 1992 lanza su primer disco como solista, mostrando sus dotes como compositor, saliendo de la línea rítmica de Queen, pero sin dejar su sello personal, haciendo su gran aliada a la Red Special.
En ’39 la voz de Brian May es el plato principal, cualidad que integra con sentimiento de añoranza, en esta composición Brian proyecta su fascinación por la exploración espacial, narrando la experiencia del tiempo y espacio de 20 exploradores completando su misión.
El legado de Brian May es interminable, marcando la historia del rock a nivel mundial, el sonido contundente que marcó a varias generaciones y la atmósfera de energía y lucidez que proyecta actualmente en sus presentaciones.
