Por: Rosario Del Valle
Cierra los ojos, si ves un conejo blanco corriendo con un reloj; ya estás en el País de las Maravillas.
Si este clásico literario ya es una fascinación, ahora imagínalo en un ambiente dancístico: una oruga haciendo danza aérea, un Gato de Cheshire haciendo pole dance, unas cartas coordinadas haciendo hula hope y una Alicia ofreciendo un espectáculo con danza contemporánea.
Danseur Metepec tomó este clásico literario y lo volvió un performance insólito, que junto con un soundtrack proporcionado por Björk, The Yeah Yeah Yeahs, Portishead lograron crear un ambiente casi mágico para todos los asistentes cuyos rostros reflejaban sorpresa y emoción.
Un año de práctica, horas de ensayo, cambios de rutina y un gran esfuerzo por parte de cada uno de los bailarines, desde niñas de 5 años haciendo el papel de unos conejitos sumamente tiernos hasta el sombrerero loco que puso toda su euforia para interpretar a su personaje, culminaron en una presentación excelente que vale la pena apreciar.
Haber logrado la realización de esta obra es toda una inspiración para el público, bailarines, compañías y para aquellos bailarines que aún no descubren su vocación, así que si tienen la oportunidad de asistir a esta puesta en escena no duden en hacerlo, dense la oportunidad de descubrir todo lo que el teatro tiene para ustedes.
¡Experimenta y camina entre Pasadizos!
